viernes, 13 de febrero de 2015

Los problemas de Oscar Wilde

En aquella época Wilde fue, durante algunos años, el favorito e ídolo del público, y vivió rodeado de gran fausto. Entonces, ya gozaba de una reputación universal y se esperaba de él una gloriosa carrera literaria, cuando en 1895 intentó un proceso difamatorio contra el marqués de Queensbury, y éste, al mismo tiempo, la acusó del delito de homosexualidad. Detenido y después de un ruidoso proceso, comprobada la existencia de actos que caían bajo la Criminal Law Amendement Act, el 27 de mayo de 1895 fue condenado a dos años de prisión con trabajos forzados. La sentencia levantó grandes y numerosas protestas en los círculos literarios extranjeros, pero fueron inútiles: se tuvo que extinguir su condena en Reading (Berkshire), donde compuso un conmovedor libro confesando su falta, titulado De profundis.

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